Noemi Gamboa Gamboa
Soy Noemí Gamboa.
He pasado parte de mi vida dedicándome a pintar, afición que me gusta desde niña, aunque no entré en contacto con este arte hasta ser mayor.
Mi primera relación con el mundo creativo, fue con la restauración de muebles, algo que practiqué y sigo haciendo de vez en cuando. En esa época de mi vida vivía en Bruselas, ciudad que como ninguna sabe mimar y querer el arte en todas sus modalidades. Esa labor me hacía callejear por mercadillos, galerías, tiendas y subastas de arte, y fue ahí, donde descubrí la pasión que generaba en mí la pintura.
Decidí tomar clases en la academia taller, Les Ateliers de Chant des Oiseaux. A esta época pertenecen mis primeras obras. Son cuadros en lienzo y óleo, técnica que me sigue apasionando. A esta época le llamo, aprendiendo a mirar. todo ese tiempo cree obras en su totalidad con un estilo figurativo y realista. Son algunos de los cuadros que expongo aquí. Algunos años después, volví a Pamplona, y tomé clases con la gran pintora Begoña Barber.
Sigo llamando igual a esa época, por que todo era aprender y ceñirse con miedo a un patrón.
Un tiempo después, decidí despegar sola, y comencé un largo y complicado camino de experimentación por el mundo del dripping, experimentando con vertidos de pintura como puede ser el pouring. En algunas de las obras expuestas aquí existe esa técnica, al igual que el uso de tintas, y mis primeras obras con texturas, yeso y escayola.
Es la época que yo llamo autodidacta, fue todo un paso por las distintas técnicas, leyendo libros, y buscando información donde fuera.
En estos momentos trabajo en mi obra JIRONES, mi última etapa,y de la cual presento unas cuantas obras también en esta exposición. A esta etapa pertenecen las obras cuya tela se encuentra rasgada, hecha jirones, de ahí su nombre. Les telas son sábanas antiguas, cien por cien algodón, a las que aplico una imprimación para convertirlas en un buen paño para pintar. La idea de rasgar la obra, y volverla a juntar, es como la vida misma, cuando al final consigues algo que te cuesta mucho, que te gusta mucho, y de pronto todo se rompe… se quiebra, desaparece delante de ti, se rasga…. tu mundo se desmorona, desaparece,…así mismo pasa en JIRONES, por un momento fue, al instante siguiente, la obra se queda reducida a retazos. Pedazos de obra que vuelves a montar con la misma pasión que en el comienzo de tu trabajo. Como dicen en Japón, nankuronaisa, palabra que a lo largo de mi vida me he repetido muchas veces, que significa, con el tiempo todo se arregla.
Noemi Gamboa Gamboa
Soy Noemí Gamboa.
He pasado parte de mi vida dedicándome a pintar, afición que me gusta desde niña, aunque no entré en contacto con este arte hasta ser mayor.
Mi primera relación con el mundo creativo, fue con la restauración de muebles, algo que practiqué y sigo haciendo de vez en cuando. En esa época de mi vida vivía en Bruselas, ciudad que como ninguna sabe mimar y querer el arte en todas sus modalidades. Esa labor me hacía callejear por mercadillos, galerías, tiendas y subastas de arte, y fue ahí, donde descubrí la pasión que generaba en mí la pintura.
Decidí tomar clases en la academia taller, Les Ateliers de Chant des Oiseaux. A esta época pertenecen mis primeras obras. Son cuadros en lienzo y óleo, técnica que me sigue apasionando. A esta época le llamo, aprendiendo a mirar. todo ese tiempo cree obras en su totalidad con un estilo figurativo y realista. Son algunos de los cuadros que expongo aquí. Algunos años después, volví a Pamplona, y tomé clases con la gran pintora Begoña Barber.
Sigo llamando igual a esa época, por que todo era aprender y ceñirse con miedo a un patrón.
Un tiempo después, decidí despegar sola, y comencé un largo y complicado camino de experimentación por el mundo del dripping, experimentando con vertidos de pintura como puede ser el pouring. En algunas de las obras expuestas aquí existe esa técnica, al igual que el uso de tintas, y mis primeras obras con texturas, yeso y escayola.
Es la época que yo llamo autodidacta, fue todo un paso por las distintas técnicas, leyendo libros, y buscando información donde fuera.
En estos momentos trabajo en mi obra JIRONES, mi última etapa,y de la cual presento unas cuantas obras también en esta exposición. A esta etapa pertenecen las obras cuya tela se encuentra rasgada, hecha jirones, de ahí su nombre. Les telas son sábanas antiguas, cien por cien algodón, a las que aplico una imprimación para convertirlas en un buen paño para pintar. La idea de rasgar la obra, y volverla a juntar, es como la vida misma, cuando al final consigues algo que te cuesta mucho, que te gusta mucho, y de pronto todo se rompe… se quiebra, desaparece delante de ti, se rasga…. tu mundo se desmorona, desaparece,…así mismo pasa en JIRONES, por un momento fue, al instante siguiente, la obra se queda reducida a retazos. Pedazos de obra que vuelves a montar con la misma pasión que en el comienzo de tu trabajo. Como dicen en Japón, nankuronaisa, palabra que a lo largo de mi vida me he repetido muchas veces, que significa, con el tiempo todo se arregla.